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¿Cómo limpiar una pluma estilográfica?

Las plumas estilográficas son un artilugio al que solemos dar un importante valor. De hecho, es habitual encontrarlas entre los artículos de lujo, siendo uno de los mejores instrumentos existentes para la escritura. Por ello, es importante mantenerla en buen estado y en Advinium queremos darte algunos consejos para que sepas cómo limpiar tu pluma estilográfica de la forma más adecuada. Así, alargarás su tiempo de vida pudiendo disfrutarla el máximo tiempo posible.

Consejos para limpiar una pluma estilográfica correctamente

El desempeño de una pluma estilográfica está directamente ligado con su mantenimiento. Por tanto, para conservarla en buen estado y disfrutar de sus cualidades y su uso hay que saber limpiarla en profundidad de la manera más adecuada. 

¿Y cuál es la manera más adecuada? Lo cierto es que depende del tipo de pluma estilográfica que tengas en tu poder. No obstante, no te preocupes porque independientemente del modelo y firma, limpiarla es bastante sencillo. Lo complicado viene cuando se produce un atascamiento de la tinta o esta fluye de una forma defectuosa. 

Más adelante, trataremos cómo se desatasca una pluma estilográfica, pero antes, veamos cómo se limpia, ya que en cualquiera de los casos lo primero que deberás hacer es limpiarla a fondo. Veamos qué pasos puedes seguir para ello: 

Desarma la pluma

El primer paso es desarmar la pluma con todas sus piezas desmontadas. Por tanto, debes separar la parte superior, el cuerpo y el capuchón, y meter la boquilla y el plumín en un vaso de agua limpia y a temperatura ambiente o fría, nunca caliente. 

Con este paso, el agua expulsará sola los residuos de tinta acumulados que pueda haber en su interior y que dificultan su funcionamiento. Al salir la tinta, el agua se teñirá, por lo que tendrás que retirar las piezas de la pluma para volver a introducirla en un vaso con agua totalmente limpia cada cierto tiempo. 

Además, es importante que lo dejes reposar así 24 horas para que no quede ningún rastro de tinta. Incluso algunas personas suelen rociar una pequeña cantidad de vinagre, es decir, un pequeño chorro, para eliminar por completo la tinta. 

En ningún caso deberás optar por mezclar el agua con jabón o alcohol, ya que puede deteriorar el material con el que está fabricada. De hecho, solo con el agua será la forma más segura y eficiente de limpiar tu pluma estilográfica en profundidad y no dañarla en el proceso. 

Asimismo, otro caso a destacar respecto a la limpieza es cuando tenemos una pluma nueva en nuestras manos. En este sentido, lo idóneo es que primero compruebes que funciona con un buen flujo con el que puedes escribir correctamente. Si es así, no será necesario que la limpies. No obstante, si quieres asegurarte y compruebas que la pluma no ha tenido tinta dentro, no habría problemas en utilizar el lavavajillas para limpiarla. Eso sí, siempre y cuando nunca haya sido usada. 

Por otro lado, hay que prestar especial atención a las plumas estilográficas de lujo. En este caso, como por ejemplo ocurre con las Montblanc, las plumas se prueban antes de ponerlas a la venta, por lo que han tenido tinta en su interior y es posible que se encuentren residuos. Por supuesto, si esto ocurre, el procedimiento para limpiarlas será con el vaso de agua fría y sin ningún tipo de sustancia mezclada. 

Déjala secar

Después de dejar en reposo la pluma estilográfica en el agua, hay que dejar cada una de sus partes al aire libre para que se sequen. Puedes dejarlas sobre un papel absorbente para agilizar el proceso de secado. Y ten en cuenta que todas sus piezas están cien por cien secas antes de volver a usarla, ya que los restos de agua pueden dañar la pluma y también entorpecer la escritura. 

La parte externa

Del mismo modo que debes asegurarte de limpiar en profundidad la parte interna de la pluma, también debes asegurarte de limpiar correctamente su parte externa. 

Ten en cuenta que esta está muy expuesta a la suciedad del exterior, al sudor de las manos y a otras sustancias que pueden dañarla. 

De esta forma, la mejor opción es limpiarla con un trapo suave y muy fino y un pequeño cepillo para retirar la suciedad de los grabados en caso de que los tenga. 

El convertidor

Ten en cuenta si hay exceso de tinta en el convertidor, ya que es esencial eliminarla para que no se dañe. Para ello, puedes hacer el mismo procedimiento con el vaso de agua o utilizar una jeringuilla y meter el agua a presión hasta que salgan todos los restos. 

¿Cada cuánto hay que limpiar una pluma estilográfica?

Si te preguntas cada cuánto hay que limpiar una pluma estilográfica para mantenerla en un correcta conservación y que no se dañe, lo cierto es que depende del uso que le des. 

Como ya hemos mencionado antes, algunas personas la limpian nada más adquirirla y otras cuando notan que la tinta no fluye correctamente. 

No obstante, sí existe una norma que hay que cumplir, y es que la pluma estilográfica se debe limpiar cada vez que cambies de cartucho o cada vez que se recargue el frasco con tinta. Además, en cuanto a la tinta, si vas cambiar de color o tipo, es importante que limpies también la pluma para que no se mezclen colores o se dañe. 

De esta forma, su limpieza y el cambio de tinta dependerá de con cuánta fragancia la uses. 

¿Cómo se desatasca una pluma de la tinta seca? 

En ocasiones puede ocurrir que se produzcan atascos recurrentes en tu pluma estilográfica. Esto es porque pueden quedar restos de tinta seca, por lo que es esencial saber desatascarla si queremos mantener su vida útil. 

En este sentido, se recomienda optar por productos especializados para ello o llevar a cabo la técnica del bombeo con una presión mayor. Para esta técnica basta con usar la jeringuilla y meter el agua a presión en el cartucho. También puedes meterla bajo el grifo con agua tibia a una buena presión, consiguiendo así el mismo efecto de bombeo que con la jeringuilla. 

¿Cómo guardar la pluma? 

Otro factor a tener en cuenta si quieres cuidar correctamente tu pluma estilográfica es saber guardarla. Por ejemplo, en los plazos de poco uso, días o semanas, los expertos recomiendan que esta se guarde en posición vertical con el plumín hacia arriba. De esta forma, la tinta no contacta con el alimentador y no se satura ni se generan daños en el capuchón. 

En caso de estar mucho tiempo sin usarse, meses o años, lo idóneo es guardarla totalmente seca y descargada, en posición horizontal y en su caja correspondiente. 

 

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