El marketing promocional es una solución para muchas empresas. El marketing directo promocional nos permite segmentar públicos, mantener un contacto directo con nuestros clientes y reforzar la imagen de nuestra marca con artículos publicitarios personalizados.
El marketing promocional se basa en acciones publicitarias que ofrecen al consumidor un servicio extra. Este tipo de publicidad está muy relacionada con las herramientas de publicidad directa y el marketing en el punto de venta.
El marketing de promoción tiene muchas soluciones para todo tipo de empresas, desde multinacionales que lanzan un producto estrella, hasta PYMES que quieren reforzar su imagen de marca en públicos muy específicos.
Entre las acciones de marketing promocional que podemos llevar a cabo, se encuentran las siguientes:
Descuentos y ofertas
Regalos promocionales
Cupones
Programas de fidelidad
Muestras gratuitas de productos nuevos
Packs promocionales
Mailing
Contenidos relevantes digitales
Sorteos
En la actualidad, la publicidad promocional permite trabajar con medios analógicos y campañas digitales para llegar a todo tipo de personas.
El marketing de promoción permite identificar a públicos objetivos y llegar a ellos. Lo que queremos es que un perfil de consumidor muy determinado conozca nuestra empresa y nuestros productos.
La fidelización también es una parte fundamental del marketing promocional. En este caso, lo que buscamos es que personas que ya nos conocen, nos tengan en cuenta para compras futuras.
Una de las ventajas principales es la posibilidad de crear una imagen de marca en la mente del público. Recursos como los bolígrafos personalizados, un lanyard con identificador, abanicos para personalizar o un pendrive de madera personalizado consiguen que nuestro logotipo esté presente a diario en la rutina de un consumidor potencial.
También podemos reforzar la presencia y las ventas de un producto nuevo. Como parte de la estrategia de lanzamiento, llevar a cabo una campaña de marketing promocional supone un refuerzo muy rentable.
El coste de este tipo de campañas es muy inferior al de otras campañas publicitarias, por ejemplo en medios masivos.
Los recursos tradicionales siguen siendo muy eficaces a la hora de contactar con ciertos públicos, sin embargo, los medios digitales suponen un apoyo fundamental, tanto para llegar a determinados consumidores, como para crear mensajes personalizados.
La publicidad digital evoluciona muy rápido y nos ofrece continuamente nuevas alternativas de venta. En el caso del marketing promocional, disponemos de varias soluciones que incluyen el envío de mailing, las redes sociales y el contenido ampliado.
Las campañas de mailing comienzan con la elaboración de una base de datos propia, que nos permite contactar con determinadas personas. Una empresa que dispone de un mail de contacto de sus clientes podrá lanzar campañas de fidelización con las que contactar con personas que ya han comprado sus productos, y por tanto, pueden ser fidelizadas.
Respecto a las redes sociales, la principal ventaja de estos medios es que nos facilitan la segmentación de consumidores potenciales. Podemos crear campañas en base a edad, sexo, gustos, compras anteriores, etc.
El contenido ampliado puede provenir de un blog, un e-book, un manual digital, etc. En este caso el objetivo es dar a conocer más datos acerca de nuestra empresa y nuestra actividad, a personas que están realmente interesadas en nuestra marca.
Las campañas digitales son eficaces si se apoyan en recursos analógicos, que permitan que el público conecte realmente con la marca.
Los regalos promocionales son una solución tradicional publicitaria, que sigue estando muy presente en todo tipo de campañas debido a las ventajas que ofrece a las marcas. En ocasiones, no hay nada más rentable para una empresa que llevar a cabo una campaña basada en regalos publicitarios.
Regalos como los pendrives personalizados, boligrafos empresa personalizados o altavoces portátiles, pueden ser impresos con los elementos visuales de la marca, consiguiendo que productos de uso cotidiano refuercen la presencia de nuestra marca en el día a día de determinados consumidores.
Una campaña de marketing promocional parte de una planificación previa, en la que establecemos estrategias y objetivos.
La primera decisión que tomamos es la parte de la empresa que queremos reforzar. Puede ser la marca, por ejemplo añadiendo el logotipo a productos promocionales, puede ser un producto específico, un servicio, etc.
Una vez determinado el mensaje de la campaña, elegimos los públicos a los que queremos llegar. En ocasiones, lo que queremos es contactar con públicos amplios de forma masiva, pero lo habitual será que determinemos un perfil específico, que nos interese especialmente.
Una vez hemos elegido nuestro público, determinamos las estrategias y los cauces de contacto. Por ejemplo, podemos llevar a cabo una campaña de mailing ofertando descuentos en un servicio determinado, que además apoyemos con un regalo publicitario de la marca.
El último paso se basa en establecer objetivos y medirlos una vez finalizada la campaña. ¿Cuántos productos queremos vender?, ¿hasta qué punto queremos reforzar nuestras ventas?, ¿cuántas visitas esperamos en nuestro blog? Estos son objetivos medibles, que podemos comprobar una vez finalice la campaña, o a lo largo de diferentes etapas.
Una de las ventajas del marketing promocional es que su coste se adapta al presupuesto de cada empresa. Existen muchos recursos relacionados con el marketing promocional, y muchos de ellos son muy económicos.
El marketing promocional supone una inversión. El objetivo es maximizar las ventas generales o de productos concretos; por eso el gasto en recursos promocionales se recupera, y además, se obtiene un beneficio neto a través de este tipo de campañas.
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